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Parejas y grupos de amigos de hasta cuatro personas esperando por ingresar a un restaurante, son escenas frecuentes al termino del estado de excepción. En sitios como la Plaza Foch, se empieza a constatar el incremento de clientes en las noches, así como una ligera reactivación económica.
La administradora del sitio, “Camino del Sol”, en la Plaza Foch, cuenta que un aumento de clientes volvió a notarse desde septiembre. Ya reciben a unas 50 personas los viernes, el día más movido. Antes de la pandemia atendían 10 trabajadores y hoy son únicamente cuatro. Todos están pendientes de tomar la temperatura al ingreso, así como de la desinfección de calzado y de las manos.
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En locales de vías como la Whymper, República de El Salvador y Shyris, ya se empieza a constatar el incremento de clientes en las noches, desde la Intendencia de Pichincha remarcan que el aforo permitido aún es del 50%. La disposición no se cumple en todos los sectores, solo bastó pasar por uno de los establecimientos de la República de El Salvador, en donde todas las mesas estaban ocupadas.
En las noches capitalinas también hay movimiento en espacios como canchas, en donde se consume alcohol, la Intendencia halló a libadores en un escenario deportivo del Camal Metropolitano, donde acudió personal municipal y se emitieron dos sanciones.
Se desarrollaron 5 970 operativos, que dejaron 191 establecimientos clausurados. Entre ellos: bares, licorerías y centros de tolerancia. Se incluyen además 554 eventos suspendidos y 9 710 litros de licor artesanal decomisados, detalló la Intendencia.
La reactivación de la economía es importante, pero el incumplimiento de las normas establecidas, en el contexto en el que nos encontramos, pueden traer graves consecuencias. Los capitalinos deben actuar con mayor cautela y respetar tanto el aforo como las normas de bioseguridad.
Escrito por
Daniela Guevara
3ro BGU A
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